sábado, 21 de marzo de 2009

Empiezo a esperar


De razones en rabia, de caer y no saber
de gritos bajo el agua que agitan manos para volver
No estas, no estan y seguimos aca
nunca quise tener que ver con todo esto
siempre me vi salir corriendo a refugiarme
siempre tras mis manos para tapar lo que no queria ver
para que no me vieran tras mis miedos

Hoy salgo a poner cornizas en los techos
para que las palomas tomen forma fuera de mi casa
hoy limpio el agua que corre cerca de mis pies
para mirarme cada vez que puedo sin sentir el barro del odio

Nadie, ni yo puede cerrar las nubes para que llueva
sólo queda esperar que el tiempo empiece a cambiar
que salgan las voces de la tierra mojada, que el agua
arrastre todo lo que quiero olvidar, que se lleve tus zapatos
que tome tus palabras y las borre de lo infinito
que un día podamos tomar el pasto en nuestras manos
y nos podamos sentar a descanzar

2 comentarios:

  1. Las circunstancias muchas veces nos arrastran a decisiones que afectarán toda nuestra vida, no podemos sencillamente dejar pasar lo que está ocurriendo en y a nuestro alrededor; el gran problema es como lidiar después con los recuerdos, con los miedos y los "desbarjustes" psicológicos que marcan nuestra existencia. Al final, tan solo queda levantar cabeza, no arrepentirse, siempre firme, por uno y por los que no están. Vamos que se puede, siempre brilla el sol, para iluminar la limpieza después de la lluvia, y ésta, siempre llega.

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  2. y darse cuenta que el daño es transgeneracional...que nuestros nietos temen la llegada de la noche y escuchan botas llegando, aunque nunca fue violado su sueño por órdenes ya añejas...

    http://memoriapreniada.wordpress.com

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